sábado, 13 de marzo de 2010

Fondo Monetario Internacional

El Fondo Monetario Internacional o FMI (en inglés: International Monetary Fund, IMF) como idea fue planteado el 22 de julio de 1944 durante una convención de la ONU en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos; y su creación como tal fue en 1945. Sus estatutos declaran como objetivos principales la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza.
Cabe destacar, además de las diferentes políticas reguladoras y conciliadoras a nivel internacional, el establecimiento del patrón oro/dolar. Dicho patrón equiparaba el valor de las divisas a una cierta cantidad de dólares (tal y como se hace en la actualidad) pero siempre a un tipo fijo (es decir, en aquellos años no había variaciones en este aspecto entre los países regulados por el FMI) Esa medida, que es una de las causas primeras de la creación del FMI, se mantendría en vigor hasta la crisis de 1973; cuando fue derogada la cláusula que regía las regulaciones monetarias en ese aspecto.
Forma parte de los organismos especializados de las Naciones Unidas, siendo una organización intergubernamental que cuenta con 185 miembros. Actualmente tiene su sede en Washington, D.C. y su actual Director Gerente es el francés Dominique Strauss-Kahn, desde el 28 de septiembre de 2007, año en que sustituyó al español Rodrigo Rato.
Objetivo
Su propósito declarado es evitar las crisis en los sistemas monetarios, alentando a los países a adoptar medidas de política económica; como su nombre indica, la institución es también un fondo al que los países miembros que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los problemas de balanza de pagos. Otro objetivo es promover la cooperación internacional en temas monetarios internacionales y facilitar el movimiento del comercio a través de la capacidad productiva.[1]
Desde su fundación promueve la estabilidad cambiaria y regímenes de cambio ordenados a fin de evitar depreciaciones cambiarias competitivas, facilita un sistema multilateral de pagos y de transferencias para las transacciones, tratando de eliminar las restricciones que dificultan la expansión del comercio mundial. Asimismo, asesora a los gobiernos y a los bancos centrales en el desarrollo de sistemas de contabilidad pública. En resumen:
Promover la cooperación monetaria internacional.
Facilitar la expansión y crecimiento equilibrado del comercio internacional.
Promover la estabilidad en los intercambios de divisas.
Facilitar el establecimiento de un sistema multilateral de pagos.
Realizar préstamos ocasionales a los miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos.
Acortar la duración y disminuir el grado de desequilibrio en las balanzas de pagos de los miembros.
Otorgamiento de recursos financieros
Otorga temporalmente aquellos recursos financieros a los miembros que experimentan problemas en su balanza de pagos.
Un país miembro tiene acceso automático al 25% de su cuota si experimenta dificultades de balanza de pagos. Si necesita más fondos (casi siempre ocurre), tiene que negociar un plan de estabilización. Se aspira a que cualquier miembro que reciba un préstamo lo pague lo antes posible para no limitar el acceso de crédito a otros países. Antes de que esto suceda, el país solicitante del crédito debe indicar en qué forma se propone resolver los problemas de su balanza de pagos de manera que le sea posible reembolsar el dinero en un período de amortización de tres a cinco años, aunque a veces alcanza los 15 años.
Directores Gerentes del FMI
Camille Gutt (Bélgica, 1946-1951).
Ivar Rooth (Suecia, 1951-1956).
Per Jacobsson (Suecia, 1956-1963).
Pierre-Paul Schweitzer (Francia, 1963-1973).
H. Johannes Witterveen (Países Bajos, 1973-1978).
Jacques de Larosière (Francia, 1978-1987).
Michel Camdessus (Francia, 1987-2000).
Horst Köhler (Alemania, 2000-2004).
Rodrigo de Rato Figaredo (España, 2004-2007 )
Dominique Strauss-Kahn (Francia, 2007- )
Resurgimiento
En la cumbre de G20 de 2009, el FMI cuadriplicó su capacidad financiera a $1 billón de dólares. Además se le encargó supervisar si los países están estimulando suficientemente a sus economías y si están reformando sus sistemas regulatorios, además de alertar sobre problemas financieros.[2] Cerca de 500.000 millones de dólares serán destinados para rescatar a las economías en problemas[3] y el organismo dispone de una línea de crédito que no les exige a los deudores llevar a cabo reformas económicas no populares[3] , como la reducción del gasto fiscal, aunque sólo algunos países califican para ese tipo de crédito[3] . Para los otros países, el fondo obligará a que se reduzcan los gastos fiscales o se eleven las tasas de interés aunque se tratará de proteger los programas para los más pobres[3] .
En marzo de 2008 las acciones con derecho a voto de los países en desarrollo en el FMI crecieron 5,4 puntos porcentuales. Para Brasil eso significa un 1,7%. La participación de China es de 3,8%. Estos aumentos marginales aún no entran en efecto.[4] Durante la reunión del FMI en abril, los países le encargaron la misión de combatir la actual recesión global e impedir que se produzcan nuevas recesiones[3] . Para esto último, está llevando a cabo una prueba del sistema de advertencia temprana, dando advertencias y dictando políticas a los países de manera privada[3] .
Reformas
Modernizar la condicionalidad: las condiciones de los préstamos serán de objetivos precisos y los criterios de ejecución estructural se eliminarán de todos los programas.[5]
Línea de Crédito Flexible: para países con fundamentos políticos y económicos sólidos. No están sujetos a los objetivos de políticas acordados por el país. Sus plazos de reembolso serán de 3 años y un cuatrimestre a 5 años, serán renovables y se podrá usar para la balanza de pagos y contingentes.[5]
Fortalecer los acuerdos stand-by: con mayor flexibilidad.[5]
Duplicación de los límites del acceso al financiamiento: los nuevos límites anual y acumulativo de acceso al financiamiento no concesionario del FMI son de 200% y 600% de la cuota, respectivamente.[5]
Simplificar los costos y vencimientos[5]
Simplificar los servicios: se eliminarán los servicios poco usados que serán incluidos en las LCF (líneas de crédito flexible).[5]
Reforma de los servicios para los países de bajo ingresos.[5]
Críticas a la acción del FMI
Sin embargo, sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz, ex-Economista Jefe del Banco Mundial y Premio Nobel de Economía 2001.
Algunas de las políticas criticadas son:
Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos.
Generación de superávit fiscal primario suficiente para cubrir los compromisos de deuda externa.
Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles.
Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado)
Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto.
Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera.
El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta comprender áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de aseguramiento de derechos fundamentales, como la educación, la salud o la previsión social.
Políticas de flexibilidad laboral, entendido como la desregulación del mercado de trabajo.
Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del FMI en Latinoamérica como condicionantes del acceso de los países de la región al crédito, en la década de 1980. Se argumenta que provocaron una desaceleración de la industrialización, o desindustrialización en la mayoría de los casos. Las recesiones en varios países latinoamericanos a fines de la década del noventa y crisis financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como ejemplos sobre la opinión del fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional, por cuanto esos países determinaron su política económica bajo las recomendaciones del organismo.
El FMI anunció el año pasado la intención de vender poco más de 403 toneladas métricas de oro, y el interés oficial en la venta resultó sustancial.

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